Vitamina C, potente antioxidante contra el envejecimiento

¿Cómo esta tu cuerpo de “Vitamina C, potente antioxidante contra el envejecimiento”?

Estos últimos años, ante la situación sanitaria vivida en el mundo con la presencia del Covid, muchos nos hemos replanteado si tenemos los nutrientes necesarios para hacer frente a enfermedades de ese tipo.

Aprender a comer bien se va volviendo, poco a poco, una práctica habitual y con ello necesitamos conocer más sobre las vitaminas “tradicionales”, aquellas que siempre nos recomendaron para que nuestro cuerpo pueda prevenir, hacer frente y superar ciertas enfermedades.

En ese orden de ideas, es casi seguro que escuchaste o leíste algo sobre que la vitamina C es muy buena para el resfrío o que puede ser un buen antioxidante para combatir los estragos de los radicales libres…

Con mucho de verdad en esos conceptos, la Vitamina C sirve para mucho más…

Radicales libres

El envejecimiento celular encuentra como una de sus causas a los radicales libres.

Un radical libre (RL) es una molécula, átomo o fragmento molecular que contiene uno o más electrones no apareados. Debido a su estructura, los RL son intrínsecamente inestables, reactivos y de vida muy corta.

Los RL alteran el ADN, rompen las membranas celulares, inactivan enzimas, interfieren con la inmunogenicidad y provocan carcinogénesis. En relación con las enfermedades, los RL son liberados durante la inflamación, isquemia o hipoxia de los tejidos.

Los RL no son siempre malos, sino que son útiles contra bacterias y virus, pero actúan sobre el organismo aún después de haber concluido sus funciones en el metabolismo normal y en la lucha contra las infecciones.

Además, si se presenta un el exceso de RL, el mismo se neutraliza gracias a los mecanismos de defensa naturales del cuerpo, con la generación de enzimas oxidorreductasas; si la concentración de estas enzimas es insuficiente, entran en acción los “barredores” antioxidantes no enzimáticos como betacaroteno, vitaminas A, E y C, selenio, ácido úrico, transferrina, cobre, cinc y manganeso, etc.

En un cuerpo saludable, hay un buen equilibrio molecular entre la generación de RL y de sustancias protectoras; caso contrario, ante un exceso de radicales libres, los daños generales por oxidación llevan a envejecimiento prematuro, cataratas, carcinogénesis y aterosclerosis.

Esta última provoca hipertensión, angina, isquemia, accidentes cerebrovasculares y otros.

Aquí la clave es identificar y prevenir situaciones que estimulan la producción excesiva de RL como son el tabaquismo, alcoholismo, la contaminación atmosférica, insecticidas y herbicidas, exposición excesiva a rayos ultravioleta, agentes químicos para procesar alimentos y los medicamentos anticancerosos. (Fuente)

¿Qué es la Vitamina C?

La Vitamina C o Ácido Ascórbico, es un micronutriente hidrosoluble que encontramos en alimentos como frutas cítricas (naranja, mandarina, pomelo o toronja, etc.), kiwi, fresas, melón, pimientos rojos y verdes, brócoli, tomate, etc.

La cantidad de VitC que necesitamos por día depende en principio de la edad, es así que un niño de 9 a 13 años va a necesitar unos 45 mg, mientras que un adulto hombre unos 90 mg o adulto mujer unos 75 mg, lo que a su vez puede cambiar sin la persona adulta fuma o padece alguna enfermedad, por ejemplo. (Fuente)

¿Para qué sirve la Vitamina C?

La importancia de consumir las dosis diarias necesarias de VitC para nuestro cuerpo radica en sus beneficios y aportes para la salud, vamos a conocer sobre ellos.

Como se le reconoce tradicionalmente, la vitamina C es “buena” para el resfrío, lo ponemos entre “” ya que, si bien se cree que es buena en la prevención de resfriados, lo cierto es que no hay pruebas científicas que lo ratifiquen. Pero si se ha probado que quienes consumen VitC pueden tener síntomas más leves y un resfriado de menor duración.

Por otro lado, un efecto muy destacado de la Vitamina C es su lucha contra los radicales libres, ya que es un donador de electrones y contribuye a la prevención del daño oxidativo; resulta beneficioso en enfermedades humanas tales como la aterosclerosis (a través de la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad), la diabetes tipo 2 (a través del estrés oxidativo en la célula beta) y el cáncer (a través del mecanismo de reparación del ADN y daños relacionados con la oxidación del ADN).

El cuerpo necesita de VitC para las funciones fisiológicas normales, le ayuda en la síntesis y el metabolismo de varias sustancias, también aumenta la absorción de hierro en el intestino. Como antioxidante, al proteger al cuerpo de diversos efectos perjudiciales como los radicales libres, los contaminantes y las toxinas, cumple un papel importante para el sistema inmunitario. (Fuente)

La VitC estimula al sistema inmune; buenos valores de este micronutriente ayudan a aumentar valores de glóbulos blancos, elimina radicales libres del sistema inmune, lo que a su vez colabora a que el SI haga mejor su trabajo de protección.

Aunque los estudios son pocos, se considera que quienes consumen cantidades elevadas de vitamina C proveniente de frutas y verduras, tienen menos riesgo de contraer cáncer de seno, pulmón y colon; no obstante, si el consumo es por suplementos de vitamina C, no se obtiene el mismo efecto.

Al igual que en el caso anterior, se cree que el consumo de la vitamina C puede prevenir la enfermedad cardiovascular, esto es por su efecto antioxidante que previene el daño oxidativo, una de las principales causas de dicha enfermedad. En este caso también falta más respaldo científico.

Otra investigación indica que la vitamina C combinada con otros nutrientes, podría retrasar la progresión de la degeneración macular relacionada con la edad, aunque no se le atribuyen solo a la vitamina C todos los méritos. Asimismo, se considera que puede prevenir la aparición de cataratas por edad avanzada.

A pesar de que todavía faltan investigaciones, los estudios preclínicos demostraron que la vitamina C tiene el potencial de acelerar la curación ósea después de las fracturas, aumentar la síntesis de colágeno tipo I y reducir los parámetros de estrés oxidativo. (Fuente)

Sumado a ello, ya desde el 2009 un estudio afirma que la vitamina C brinda muchos beneficios a la piel, más significativamente, una mayor síntesis de colágeno y fotoprotección. Al mejorar la síntesis de colágeno, la vitamina C también tiene efectos antienvejecimiento; además, la fotoprotección se ve reforzada por las propiedades antiinflamatorias de la vitamina C. (Fuente)

Incluso se ha comprobado que obtener la cantidad correcta de vitamina C es clave tanto para prevenir la artritis inflamatoria como para mantener las articulaciones sanas con osteoartritis. (Fuente)

En relación con la inflamación, una investigación realizada en 2015 afirma que una cantidad moderada de vitamina C puede tratar y reducir significativamente la inflamación, en adultos hipertensos y/o diabéticos y también ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre en ayunas.

Además, hace referencia que el tratamiento con ácido ascórbico mejora significativamente la presión arterial sistólica y la presión arterial diastólica en pacientes con hipertensión leve a moderada; protege contra las consecuencias de la diabetes mellitus, como la retinopatía diabética; mejora el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL-c) y mejora la función endotelial. (Fuente)

Por otro lado, hay investigaciones e incluso un instituto especializado que aplica altas dosis de vitamina C, siguiendo el protocolo Riordan, un suministro progresivo de dosis altas de VitC vía intravenosa, para el tratamiento de cáncer y sus efectos secundarios. (Fuente)

A esta extensa lista de efectos positivos de la vitamina C en el cuerpo se pueden agregar unos cuantos más, pero con esto ya podemos darnos cuenta de lo importante que es este micronutriente para nuestra salud.

Tips para un buen consumo de Vitamina C

Es importante controlar la cantidad de alimentos que ingieres y que puedan darte un buen aporte de VitC y de ser necesario consumir suplementos, el asesoramiento de un médico que evalúe mediante análisis tus necesidades será una buena decisión. Además, es preciso identificar el tipo de suplemento adecuado ya que hay varios.

También se debe tener en cuenta que la absorción de la vitamina C depende directamente de la dosis ingerida, si la ingesta es menor de 100 mg diarios (2-3 frutas y/o verduras), se absorbe entre el 80 y el 90%; mientras que si es de 200 mg diarios (4-5 frutas y/o verduras), se absorbe totalmente. Por otro lado, se presenta una disminución progresiva de la absorción de vitamina C con dosis mayores a 500 mg, por ejemplo, al ingerir 3 g, sólo se absorbe un 40%. (Fuente)

Otro aspecto que considerar es quienes deben evitar la vitamina C y/o controlar muy bien el consumo, estos son los casos de personas que tienen cálculos renales y aquellos que tienen exceso de hierro.

No olvidemos prestar atención a la hormesis, en tal sentido, hay que considerar que es necesario tener radicales libres en el cuerpo, ya que, a baja disponibilidad, es bueno para el cuerpo.

Piensa en la posibilidad de combinar una buena alimentación, con dosis adecuadas de vitamina C y el ayuno intermitente, un complemento ideal cuando se trata de procurar una buena calidad de vida con huesos sanos, mejor manejo de los signos del envejecimiento, una buena herramienta contra las arrugas, para el control de la inflamación, de la presión arterial y muchos beneficios más.


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