Chicle, Ayuno Intermitente y Estrés, ¿Cómo se relacionan?

Es interesante conocer respecto del “Chicle, Ayuno Intermitente y Estrés, ¿Cómo se relacionan?” y que sucede en nuestro cuerpo.

El estrés es un tema que muchas veces se hace presente en nuestro día a día, hay quienes pueden manejarlo rápidamente, otros no tanto y terminan afectados por sus daños colaterales, ansiedad, malestares, dolor de cabeza, obesidad si acuden a la comida para calmarse, incluso hay quienes necesitan de medicación…

Según grandes encuestas poblacionales, hasta el 33,7% de la población se ve afectada por un trastorno de ansiedad a lo largo de su vida. Se ha demostrado una subestimación sustancial y un tratamiento insuficiente de estos trastornos. No hay evidencia de que las tasas de prevalencia de los trastornos de ansiedad hayan cambiado en los últimos años. Fuente

Ante esta realidad, es muy importante que tomemos medidas, no necesitamos llegar al límite de ver afectada nuestra calidad de vida para recién reaccionar…

¿Qué es el Estrés?

The American Institute of Stress afirma que el estrés no es un término útil para los científicos porque es un fenómeno tan altamente subjetivo que desafía la definición.

El término “estrés”, tal como se utiliza actualmente, fue acuñado por Hans Selye en 1936, quien lo definió como “la respuesta no específica del cuerpo a cualquier demanda de cambio”.

Desde entonces la palabra fue adquiriendo distintos significados, para algunos era la causa, alguna situación desagradable a la que se vieron sometidos; para otros, el estrés fue su reacción, por ejemplo, dolor de pecho, acidez estomacal, palpitaciones y también hubo quienes utilizaron el estrés para referirse a lo que percibían como el resultado final de estas respuestas repetidas, como una úlcera o un infarto.

No obstante, no siempre el estrés es malo, y fue justamente Selye, quién se propuso, aunque sin mucho éxito, demostrar que el estrés puede ser útil y bueno cuando motiva a las personas a lograr más.

¿Cómo reacciona el cuerpo ante un estresor?

Cuando te enfrentas a una situación de estrés repentino, tu cerebro inunda tu cuerpo con sustancias químicas y hormonas como la adrenalina y el cortisol, son la forma en que la naturaleza te prepara para enfrentar el peligro y aumentar sus posibilidades de supervivencia.

Pongamos atención a esto de las hormonas…

La adrenalina o también llamada la hormona de lucha o huida, será la encargada de aumentar los latidos de tu corazón, aumentar su frecuencia respiratoria, facilitar que tus músculos utilicen la glucosa, contraer los vasos sanguíneos para que la sangre se dirija a los músculos, estimular la transpiración y, por último, inhibir la producción de insulina.

Si estos efectos suceden esporádicamente, no habría mayor problema; caso contrario, los aumentos constantes de adrenalina pueden provocar: vasos sanguíneos dañados, presión arterial alta o hipertensión, mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, dolores de cabeza, ansiedad, insomnio, aumento de peso.

Por otro lado tenemos al cortisol, la hormona del estrés, cuyas funciones son hacer que el cuerpo reaccione de forma más eficiente ante un estresor, por ello sus funciones son aumentar la cantidad de glucosa en el torrente sanguíneo, ayudar al cerebro a usar la glucosa de manera más efectiva, aumentar la accesibilidad de las sustancias que ayudan con la reparación de tejidos, restricción de funciones corporales que no son esenciales en una situación que pone en peligro la vida, alteración de la respuesta del sistema inmunitario, suspender el sistema reproductivo y el proceso de crecimiento, afecta partes del cerebro que controlan el miedo, la motivación y el estado de ánimo.

Una vez más, como sucede con la adrenalina, los niveles altos de la hormona del estrés, sobre todo cuando se mantienen por mucho tiempo, no son nada buenos ya que ocasionan aumento de peso, alta presión sanguínea, problemas para dormir, falta de energía, diabetes tipo 2, osteoporosis, nubosidad mental (niebla cerebral) y problemas de memoria, un sistema inmunitario debilitado y, por ende, un cuerpo más vulnerable a las infecciones. Fuente

¿El estrés es siempre malo?

Como lo mencionamos al principio, quién acuñó la palabra estrés no lo asoció directamente con una connotación negativa; ya desde entonces, el estrés tenía su lado bueno.

En principio necesitamos del cortisol que se produce regularmente como a las 8 de la mañana, ya que es el responsable de dar ese impulso de glucosa necesario para arrancar el día; por otro lado, es el cortisol, que se produce como respuesta a estresor, el que le da al cuerpo y al cerebro práctica para desarrollar la mejor respuesta a futuras situaciones estresantes.

Piensa en alguna situación que te genere estrés, quizás un examen, un paseo en montaña rusa, una exposición en público, incluso una competición deportiva, no todo está relacionado con una situación de vida o muerte, pero tú cuerpo reacciona como si lo fuera; otro detalle, no todos reaccionan igual, hay quienes no sienten estrés por hablar en público.

El estrés puede ser muy malo cuando el estresor o situación a la que uno se expone deriva en un trastorno de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés) u otros problemas de salud mental, también cuando se vuelve crónico, es decir, cuando se prolonga en el tiempo.

El estrés crónico puede contribuir a desarrollar condiciones no deseadas como ansiedad, enfermedad cardiovascular, depresión, presión sanguínea alta, sistema inmunológico debilitado, etc. que afectan tu calidad de vida.

Chicle, Ayuno Intermitente y Estrés, ¿Qué tienen en común?

Ayuno intermitente y chicle son temas que se han relacionado entre sí a raíz de que muchas personas se preguntan si el chicle rompe el ayuno, una duda que ya despejamos en nuestro post; encuentra más detalles aquí.

Ahora bien, en el tema del cual venimos hablando, tanto el chicle como el ayuno intermitente pueden ser tus aliados; sí, así es, ambos pueden ayudarte a enfrentar el estrés.

Analicemos qué pasa en cada caso…

Estrés y Ayuno Intermitente

Una primera aproximación a los efectos del ayuno intermitente con respecto al estrés y los efectos del cortisol en el cuerpo está relacionada con los impactos positivos que tiene el AI a la hora de dejar descansar al cuerpo durante el tiempo sin ingerir alimentos y su importancia para la reparación y mejora en el funcionamiento de los órganos, en este caso, el órgano involucrado sería las glándulas suprarrenales, encargadas de la producción de adrenalina y cortisol, además de otras hormonas.

Es importante que dicho órgano funcione correctamente para evitar diferentes condiciones adversas derivadas de una deficiente producción de cortisol, ya sea que se libere más o menos de lo que el cuerpo realmente necesita.

Ejemplo, si produzco mucho, bajan defensas y estoy más expuesto a infecciones, por otro lado, eso puede derivar en un síndrome de fatiga adrenal, producto de una falla en las glándulas suprarrenales, que lleve a no producir cortisol o producir muy poco, por lo que el cuerpo no va a tener energía para arrancar el día, ya que no genera por la mañana el pico de glucosa necesario para activar el día o puede suceder que el cuerpo no genere una respuesta antiinflamatoria (efectos del cortisol) cuando se necesita, generando situaciones de inflamación crónica u otras condiciones como enfermedades autoinmunes.

Por otro lado, el AI puede colaborar frente a otros derivados del cortisol alto como un aumento de la glucosa, problemas de resistencia a la insulina procedentes de la inhibición que produce el cortisol para producir la insulina, que a su vez puede derivar en acumulación de grasa, sobre todo grasa visceral, diabetes, presión arterial elevada y obesidad.

Suma a eso la influencia del AI en la producción de la hormona de crecimiento, un efecto que se vuelve más importante cuantos más años tenemos ya que el cuerpo produce menos, y ni qué decir si no tenemos una buena calidad de sueño, la hormona de crecimiento se produce cuando dormimos y se ve interrumpida si tenemos un exceso de cortisol, ya que el cuerpo entiende que no debe destinar energía a dicha producción de hormonas de crecimiento porque la necesita para sobrevivir.

Y no podemos dejar de mencionar el rol del ayuno intermitente para fortalecer el sistema inmune, cuidar la salud de la microbiota y sus efectos antiinflamatorios; en este aspecto hay que resaltar el rol de la microbiota en la producción de serotonina, la hormona que mejora el estado de ánimo y por lo tanto, evita situaciones como la depresión, algo que también se ve favorecido por los efectos del ayuno en el cerebro, caso de la neurogénesis por ejemplo.

Cada una de las menciones hechas hasta aquí demuestran la eficiencia de practicar AI y su colaboración positiva para regular excesos de cortisol y sus derivados o su inversa, su déficit; sin embargo, es bueno tener presente que el ayuno intermitente puede también ser un estresor, ya que se están modificando hábitos y la nueva forma de comer puede generar algo de estrés.

Pero eso se soluciona si el ayuno intermitente se incorpora a tu vida de forma progresiva y con un protocolo adecuado, todo lo cual dependerá de la asistencia de un especialista que evalúe cada caso en particular.

Coherente con lo anterior, un estudio publicado en 2021 tuvo como objetivo principal determinar la efectividad de las intervenciones de ayuno sobre el estrés, la ansiedad y la depresión y también buscó confirmar que estas intervenciones fueran efectivas para reducir el índice de masa corporal y si estas intervenciones se asociaron con una mayor o menor fatiga/energía.

La conclusión, después de analizar 11 estudios y 1436 participantes, fue: “la evidencia preliminar sugiere que las intervenciones de ayuno pueden tener un efecto positivo sobre la reducción de la ansiedad, la depresión y el índice de masa corporal sin aumentar la fatiga.”

Estrés y Chicle

Seguramente has escuchado respecto de las contras de comer chicle, sin pensarlo demasiado, lo primero que se asocia al chicle son problemas de caries y también las consecuencias para quienes tienen problemas de intestinos.

Pero no todo es malo cuando se trata de masticar chicle, más aún si elegimos un chicle sin azúcar y mejor si ese chicle tiene como endulzante al xilitol, un tipo de alcohol azucarado con bajo riesgo de generar caries.

Lo bueno de masticar chicle se asocia a su capacidad para bajar el estrés, en relación con esto, son varios los estudios que lo afirman,

En abril del 2013 uno de ellos afirmaba “Los resultados mostraron que masticar chicle se asoció de forma lineal dosis-respuesta con niveles más bajos de estrés percibido (tanto en el trabajo como en la vida en general), ansiedad y depresión. Los masticadores ocasionales de chicle también reportaron un riesgo reducido de colesterol alto y presión arterial.” Fuente 

Un estudio del año 2015 revela que “La masticación es un comportamiento eficaz para hacer frente al estrés, probablemente debido a las alteraciones que causa la masticación en la actividad del eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal y el sistema nervioso autónomo. La masticación en condiciones estresantes atenúa los aumentos de corticosterona y catecolaminas plasmáticos inducidos por el estrés, así como la expresión de sustancias relacionadas con el estrés, como los factores neurotróficos y el óxido nítrico.”

Otro estudio publicado en 2019 indica: “Se cree que masticar chicle aumenta la concentración a través de una reducción del estrés y la ansiedad. Masticar chicle contribuye al éxito al mejorar la memoria a corto plazo… Se recomienda a los estudiantes masticar chicle antes de los exámenes para superar el estrés del examen y mejorar el éxito del examen.”

Incluso, las evaluaciones sobre el efecto del chicle se hicieron extensivas a situaciones más específicas, así lo demuestra una investigación publicada este año 2022, que afirma “En las pacientes de cirugía ginecológica electiva, masticar chicle durante el período de ayuno preoperatorio ayudó a aliviar la ansiedad preoperatoria sin un aumento adicional de los riesgos de aspiración pulmonar.”

Lo mencionado, no necesariamente se traduce en una recomendación de consumir chicle habitualmente, ya que estamos hablando de estudios recientes y con conclusiones parciales, debido a los tamaños de muestras y otros factores intervinientes.

Además, no todos los chicles son buenos. Pero, vale destacar que es un buen indicio que se avance en la investigación de prácticas que ayuden en el control, prevención e incluso que colaboren en revertir el estrés, ansiedad, depresión, afecciones que lamentablemente se están viendo con mayor frecuencia en la población mundial y que tanto afectan la calidad de vida no solo de quienes la padecen sino también de su entorno.

Un plus para Bajar el Estrés…

Recuerda que hablamos del sueño y lo importante que es tener una buena calidad de sueño, encuentra más aquí.

Por último, no olvides lo bueno que es el magnesio para el control del estrés, también tenemos un post que te ayudará con ese tema, puedes acceder en este link.


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