¿Cómo cuidar los Riñones con el Ayuno Intermitente?

Hablar de los riñones y su cuidado no es algo tan común, sin embargo, la importancia de estos dos órganos para el funcionamiento del organismo es vital, por eso te interesará saber “¿Cómo cuidar los Riñones con el Ayuno Intermitente?”.

Los riñones tienen entre otras funciones la de filtrar la sangre y eliminar las toxinas, actividades que de verse afectadas impactan en el funcionamiento normal del organismo.

Según datos de la OPS y de la OMS del 2015 “La enfermedad renal crónica afecta a cerca del 10% de la población mundial. Se puede prevenir, pero no tiene cura, suele ser progresiva, silenciosa y no presentar síntomas hasta etapas avanzadas, cuando las soluciones -la diálisis y el trasplante de riñón- ya son altamente invasivas y costosas”. Fuente

Estos datos revelan lo prioritario de implementar acciones destinadas a la prevención de las afectaciones en los riñones.

Función de los Riñones

El cuerpo de cada persona cuenta con dos riñones, órganos vitales que están ubicados debajo de la caja torácica (costillas), uno a cada lado de la columna vertebral.

Los riñones se encargan de filtrar alrededor de media taza de sangre por minuto, eliminando los desechos y el exceso de agua para producir orina.

La sangre fluye hacia el riñón a través de la arteria renal, un vaso sanguíneo grande que se ramifica en vasos sanguíneos más pequeños hasta que la sangre llega a las nefronas.

Cada uno de los riñones cuenta con aproximadamente un millón de nefronas, cada nefrona incluye un filtro, llamado glomérulo y un túbulo que le permiten funcionar a través de un proceso de dos pasos: el glomérulo filtra la sangre y el túbulo devuelve las sustancias necesarias a la sangre y elimina los desechos.

Podemos resumir las principales funciones de los riñones en:

Eliminan los desechos y el exceso de líquido del cuerpo.

Eliminan el ácido que producen las células del cuerpo y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales (como sodio, calcio, fósforo y potasio) en la sangre, necesario para que nervios, los músculos y otros tejidos en el cuerpo funcionen normalmente.

Los riñones producen hormonas que ayudan a controlar la presión arterial, producir glóbulos rojos y mantener los huesos fuertes y saludables.

Los riñones activan la vitamina D.

Regula acidez y alcalinidad del organismo, es decir el ph del cuerpo. Fuente

¿Qué afecta los riñones?

La enfermedad de los riñones es catalogada como una enfermedad silenciosa, esto es ya que no existe el dolor del riñón, no hay un síntoma que directamente se asocie a un problema en los riñones sino hasta que ya es avanzado el daño.

Un ejemplo de la aparición tardía de los síntomas es el edema; éste ocurre cuando los riñones no pueden deshacerse del exceso de líquido y sal.

La enfermedad de los riñones suele progresar con el tiempo y puede derivar en la falla de los riñones; ante tales circunstancias el enfermo necesitará someterse a diálisis o un trasplante de riñón para mantener su salud, dos procedimientos con costos elevados.

Los síntomas que presenta la enfermedad de riñones avanzada son: dolor torácico, piel seca, picazón o entumecimiento, cansancio, dolores de cabeza, aumento o disminución de la micción, pérdida del apetito, espasmos musculares, náuseas, falta de aliento, problemas para dormir, problemas de concentración, vómitos, pérdida de peso.

Lo mencionado deja ver que tales síntomas no son exclusivos de un problema de riñón, lo que pone de manifiesto las dificultades para un rápido diagnóstico.

Factores de riesgo

La diabetes es la causa principal de la enfermedad de los riñones. La glucosa elevada en la sangre o hiperglucemia a causa de la diabetes puede dañar los vasos sanguíneos en los riñones.

La presión arterial alta es la segunda causa de la enfermedad de los riñones ya que también puede provocar daño en los vasos sanguíneos en los riñones. Igualmente, los riñones dañados no funcionan adecuadamente eso dificulta el control de la presión arterial.

Las personas con enfermedad cardíaca tienen un mayor riesgo de padecer de la enfermedad de los riñones y a la inversa. Se investiga aún para comprender mejor la relación entre ambas enfermedades.

Antecedentes familiares de la enfermedad de los riñones. La enfermedad de los riñones tiende a ser hereditaria. Fuente 

¿Ayuno Intermitente malo para los riñones?

Analizar el rol del ayuno intermitente cuando se habla de la salud de los riñones exige estar atentos al estado de salud de quienes van a realizar el ayuno.

No es lo mismo el Ayuno Intermitente como una herramienta de prevención que el ayuno intermitente practicado por quienes ya tienen una enfermedad, en este caso hablamos de enfermedad renal.

Esta aclaración es necesaria para evaluar debidamente el efecto positivo o no del AI en los riñones sin caer en generalizaciones como que el ayuno intermitente puede afectar la salud de los riñones cuando en realidad no necesariamente es así.

Por el momento hay pocos estudios que analizan el efecto del ayuno en personas con enfermedad renal, sumado a que esos estudios se basan en análisis de personas que practican ayuno por Ramadán, un tipo de ayuno que requiere no comer ni beber desde el amanecer hasta el anochecer, unas 12 a 14 horas en invierno que pueden extenderse hasta 20 horas en verano.

Si consideramos esos estudios, hay que tener presente que si bien pueden cumplir con la cantidad de horas de no ingesta del ayuno intermitente pero no coinciden con las condiciones del ayuno en lo que respecta a mantenerse hidratado. En tal sentido es necesario considerar qué rompe el ayuno intermitente, lo que no coincide con los protocolos de abstinencia tanto de bebidas como de alimentos de las practican en tiempos de Ramadán.

Ante tales circunstancias el ayuno en mes de Ramadán no es recomendado para personas con problemas de insuficiencia renal, en algunas investigaciones establecen incluso el grado de enfermedad renal para hacer o no dicha práctica religiosa.

Por otro lado, se habla de que el ayuno por tiempos prolongados puede provocar elevaciones del potasio y en personas con enfermedad renal eso puede derivar en problemas cardíacos además de la necesidad de diálisis.

Al respecto es preciso recordar que el AI no siempre se trata de un ayuno prolongado, tenemos un post de sobre eso; pero también es bueno hacer énfasis en que hay distintos protocolos de ayuno y para que una persona pueda implementarlo debe elegir el que mejor se adapte a sus necesidades.

Como en muchos de los artículos de este blog recalcamos la importancia del asesoramiento de especialistas y médicos que evalúen las condiciones de salud de la persona antes de realizar el ayuno intermitente, evitando que dicha práctica pueda ocasionar algún perjuicio en la salud de la persona.

Por lo tanto, el AI no debe practicarse por personas que sufren alguna enfermedad sin el debido control y asesoramiento médico que respalde la puesta en práctica de un protocolo de ayuno siempre y cuando tenga un efecto positivo en la salud de la persona.

En relación al tema que estamos tratando, lo que si podemos afirmar es el efecto beneficioso del Ayuno Intermitente en la prevención de los factores de riesgo de la enfermedad renal como la diabetes tipo 2, los problemas cardiovasculares y problemas de la presión arterial.

Alrededor de uno de cada cuatro adultos con diabetes tiene la enfermedad de los riñones, este dato nos da una idea de lo importante que puede ser una adecuada practica del AI para regular los niveles de azúcar y prevenir, revertir y/o controlar la diabetes.

Recomendamos la lectura de los posts especiales del ayuno intermitente y su relación con problemas como presión arterialdiabetesresistencia a la insulinaenfermedad cardiovascular, que explican en detalle los aspectos positivos de las prácticas de AI.

Claro está que el ayuno intermitente por sí solo no va a prevenir una enfermedad si no está acompañado por una alimentación adecuada y la adhesión a un estilo de vida saludable, combinación que, practicada con un protocolo personalizado, puede tener importantes beneficios para la salud en general de quien lo realiza con efectos positivos no solo en el corto y mediano plazo sino también en su calidad de vida al llegar la vejez.


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