Prebióticos, Probióticos y Posbióticos ¿los necesitamos?

Con este post “Prebióticos, Probióticos y Posbióticos ¿los necesitamos?” procuramos brindarte detalles de temas que pueden ser muy útiles para el cuidado de tu salud y la prevención de enfermedades.

Quizás el más “famoso” de los tres nombres mencionados en el título sean los probióticos, hay varios productos en el mercado con una publicidad que los destaca como uno de sus componentes, algo que parece bueno pero que seguramente no sabes por qué…

Aquí más detalles…

¿Qué son los Probióticos, Prebióticos y Posbióticos?

Para comprender este tema necesitamos hacer una pequeña introducción sobre la Microbiota Intestinal o Flora Intestinal.

Si bien es un tema que hablamos en un post anterior y que puedes checarlo aquí, vamos a simplificar un poquito su función e importancia para nuestra salud.

La Flora Intestinal es el conjunto de organismos microscópicos (bacterias, virus, hongos y otros microbios) que habitan en los intestinos y cumplen diversas funciones para que nuestro cuerpo trabaje correctamente, como por ejemplo, ayudar a digerir los alimentos, proteger el sistema inmunológico, producen vitaminas B y K, que ayudan a producir proteínas que coagulan la sangre, además pueden determinar si una persona es delgada u obesa, si tiene o no enfermedades crónicas graves, como enfermedades cardíacas, Alzheimer y cáncer, entre otras.

Aunque estos microorganismos son mucho más pequeños que una célula, su cantidad en el cuerpo es significativamente mayor, hablamos de billones, son de diferentes tipos y algunos son buenos y otros no tanto, pero todos necesarios para encontrar el equilibrio adecuado para una buena salud.

Cada persona cuenta con una Microbiota intestinal, ninguna es igual a otra y es importante que su composición este equilibrada, de lo contrario, una variación cualitativa o cuantitativa de los microorganismos, puede ocasionar una Disbiosis, producto de lo cual se generan diferentes afecciones a la salud como enfermedades autoinmunes, permeabilidad intestinal, daños en el sistema inmunológico, etc. (Fuente)

Si bien no se sabe cuál es la composición ideal que debe tener una FI sana, debido a la enorme cantidad de variantes, sí se pudo identificar que las personas sanas comparten ciertas especies y combinaciones de bacterias intestinales que podrían ayudarlas a vivir más tiempo.

Aquí es donde hacen su aparición los protagonistas de este post, todos con un rol importante a la hora de mejorar nuestra salud intestinal.

Probióticos

Los probióticos son las bacterias beneficiosas que deben consumirse para mejorar nuestra Microbiota Intestinal, hay varias cepas. Los más recomendados los puede obtener del consumo de alimentos fermentados tales como el kimchi, el chucrut o el kéfir, o incluso con el consumo de suplementos con probióticos y también podemos incluir el yogurt, pero no siempre son recomendados para todas las personas.

La realidad es que no todos los probióticos son buenos para todos, y es por ese motivo que se necesita tener un control médico para asegurarse de que vas a consumir los adecuados.

En ese sentido hay que tener presente que lo ideal es mantener el equilibrio de la Flora Intestinal según cada persona, una sobrepoblación de microorganismos buenos, puede ser perjudicial tanto como lo es el desbalance por exceso de microorganismos malos.

Asimismo puede suceder que el consumo de algunas cepas de probióticos generen una especie de reacción alérgica, esto debido al aumento de histamina que también produce un efecto no deseado como la inflamación en el cuerpo.

Sumado a ello, no solo se trata de consumir probióticos, es necesario consumir los correctos y que sean capaces de llegar al intestino grueso y no morir en el intento, producto de los jugos gástricos por ejemplo.

Prebióticos

Los prebióticos son el alimento de las bacterias intestinales buenas; se encuentran en la achicoria, las verduras crucíferas, los plátanos y el arroz blanco cocido y enfriado, entre otros tipos de almidón resistente.

El almidón resistente es una de las mejores fuentes de prebióticos ya que son capaces de resistir la digestión, es decir que el  cuerpo no puede descomponerlo, por lo que pasa por el estómago y el intestino delgado sin digerir y llega intacto al colon, la parte más grande del intestino grueso y dónde viven la mayor cantidad de microorganismos para quienes servirá de alimento.

Entre los beneficios de este tipo de prebióticos están mejorar las respuestas glucémicas e insulinémicas, mejora de la salud intestinal, efecto protector frente al cáncer colorrectal, colitis ulcerosa, enfermedad inflamatoria intestinal, estreñimiento, mejora perfil de lípidos en sangre, aumento de la saciedad y reducción de la ingesta de energía, promueve una mayor absorción de micronutrientes, etc.

Por otro lado, según un estudio, el consumo de té verde podría actuar como prebiótico y mejorar el ambiente del colon al aumentar la proporción de especies de bifidobacterias. (Fuente)

Y al igual que en el caso anterior, también existen suplementos de prebióticos.

Posbióticos

Los posbióticos son resultado de los probióticos, se forman después del metabolismo de los probióticos; incluyen una clase de compuestos denominados ácidos grasos de cadena corta, entre los que encontramos por ejemplo el butirato.

El butirato cumple un rol muy importante para la salud intestinal ya que sirve como la principal fuente de combustible para las células del colon, facilita la diferenciación y proliferación celular normal, estimula la producción de mucosa intestinal, fortaleciendo la función de barrera intestinal, controla qué moléculas cruzan la barrera intestinal, etc., todas funciones muy importantes para la salud en general.

Recomendación final

Recuerda que al igual que con el ayuno intermitente, es siempre buena idea consultar con un especialista que guíe tu alimentación para tener una flora intestinal sana.

Igualmente, a la hora de consumir probióticos es necesario estar pendiente de cómo reacciona el cuerpo. Si se siente cansado o hinchado, no es una buena señal, se debe intentar con algún otro tipo de alimento o suplemento.

Además, si eliges consumir suplementos con probióticos, lo ideal es que consumas aquellos que tengan más de 30 cepas diferentes, siendo la mejor opción para tu intestino. Recuerda que no es cuestión de consumir por consumir, sino que es necesario contribuir a la diversidad  de microorganismos evitando ocasionar un desequilibrio producto de la ingesta de una o unas pocas cepas.

Por otro lado, cuidar la salud intestinal con una alimentación adecuada, evitando alimentos ultra procesados, exceso de azúcar, evitar el estrés, lograr buen nivel de sueño, es fundamental. Además, una buena dosis de prebióticos es importante para fortalecer tus buenas bacterias y la práctica adecuada del ayuno intermitente será un plus que ayudará a la diversidad de microorganismos en tu flora intestinal. (Fuente)


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